Vivir sin tantas expectativas..

Soy de esas personas que no pueden evitar planificarlo y organizarlo todo. Sí, y con eso me refiero a organizar física y mentalmente todo lo que debo hacer, todo lo que se supone que debería hacer y todo lo que debería ser a esta edad. Tengo 24 años, 24 años y medios para ser exactos, y se supone que estoy viviendo la edad de las posibilidades, la época dorada en la que tus sueños se hacen realidad y en la que trabajas duro para conseguir justo lo que quieres. Sin embargo, de vez en cuando estos deseos de conseguirlo todo y de cumplir todas nuestras metas se vuelven en nuestra contra. Lo sé porque he estado en ese lugar mental: tanto por hacer y sin embargo, nada parece motivarte lo suficiente como para mover siquiera un dedo.

Es extraño, porque con la edad que tenemos esta ambición de vivir la vida al máximo sólo debería ayudarnos a progresar… pero al final del día lo único que hace es detenernos, hacernos mirar para el lado, compararnos con los demás y sentir que estamos viviendo la vida de alguien completamente diferente. Un día me miré al espejo y me dije ‘¿Cuánto de lo que hago lo hago sólo por mí?’ ¿Cuánto de lo que hago es porque quiero hacerlo y no para mostrárselo a alguien más, y no para compararme con otra persona? Y ahora te pido que te lo preguntes a ti: ¿Cuánto de lo que haces es porque sí y no para publicarlo en alguna red social más tarde?

¿Qué pasó con todas esas cosa que nos hacían sentir bien sólo porque sí? ¿Qué de malo tiene que tus planes para este fin de semana sean hacer nada y dedicarte a leer ese libro que aún no logras abrir en vez de dedicarte a seguir trabajando o conquistando ese supuesto éxito? Cuando nos comparamos con los demás es tremendamente sencillo sentir que no estamos viviendo como deberíamos vivir, que no estamos haciendo nada por nuestro futuro, que el tiempo se nos va entre los dedos, pero ¿Qué pasaría si el error más grande fuera exactamente ese? Así es, porque si sigues mirando a los demás y si sigues considerando un futuro hipotético nunca te darás cuenta que estás justo donde debes estar en este momento, nunca te darás cuenta de lo increíble que eres y lo mucho que has logrado.

Cuando pasen 10 o 15 o 20 años no importará si hiciste lo que todos los demás estaban haciendo, no importará si viviste de acuerdo a las expectativas de los demás: sólo importará haber vivido la vida haciendo eso que te hace feliz y haber dejado estas locas preocupaciones de lado. Créeme: anota la fecha de este día, porque en 10 años más querrás recordarlo.